25.6.13

Vuelta al... ¡juego!

Hola a todos,

Hoy vuelvo a la carga después de unos meses de inactividad. Aquí me tenéis, dispuesta a seguir asesorando sobre sexualidad, proponiendo y aconsejando, en definitiva, con ganas de seguir disfrutando de este placer con todos vosotros.

Para los que llegáis aquí por primera vez, me presento: soy Noa, vuestra confidente.

Para estrenar esta nueva etapa del blog, donde tendré una participación más activa tanto aquí como en el perfil de Sexprésate de facebook, os quiero hablar sobre el deseo en la pareja.

Dicen, que el hombre es un animal de costumbres, y los que tenéis una pareja estable, sabéis que eso traducido al sexo es ¡lo peor!. Para que nuestro deseo siga vivo necesitamos novedades, imprevistos, misterios... y para una pareja que comparte los más y los menos de la vida cotidiana... no resulta fácil.

Para ello, necesitamos indudablemente esa capacidad de hacer el tonto y de creer en lo imposible que desgraciadamente, perdemos al hacernos "adultos". Cuando éramos niños, nuestra inagotable imaginación nos llevaba a adentrarnos en otras vidas y al hacernos mayores, perdemos ese potencial. Un potencial de lo más valioso para recuperar el deseo y la ilusión con nuestra pareja. Porque, quien diga que es imposible vibrar tras años de convivencia es alguien sin imaginación. Y esta imaginación hay que trabajarla, porque la pasión en pareja no es un regalo, sino que hay que ganársela.

¿A alguien se le ocurre cómo podemos mantener una vida sexual larga y excitante con nuestra pareja si siempre jugamos a lo mismo? Siento ser tan tajante, pero la respuesta es clara: así no hay manera.

La única posibilidad que tenemos es abriendo nuestro escenario de juego, y para eso, tenemos que atrevernos a revelarnos y hablar abiertamente de lo que nos gusta y lo que no, lo que soñamos y lo que anhelamos, sobre lo que nos morimos por probar. Y seamos sinceros, después de tantos años, es posible que resulte duro compartir lo "oculto" con nuestra pareja, pero recordad que si renunciamos a esa conversación, nos damos la espalda a nosotros mismos impidiendo que una parte de nuestro deseo nunca llegue a ser vivido.

No os ocultéis, seamos sinceros con nosotros mismos, ¿a nadie le han removido estas palabras algo por dentro? Aprovechad este impulso y os propongo un juego de imaginación (tranquilos, es muy fácil):

Tenemos a una pareja, María y Juan, que les gusta mucho la postura del misionero. Les gusta tanto que practicamente no hacen otra cosa. Siempre que tienen sexo, cuando lo tienen, lo hacen de esta manera. ¿No os dan lástima? ¿No os aburren soberanamente?

Os animo a echarles un cable, ¿se te ocurre alguna manera de como salpimentar sus encuentros? No os cortéis, imaginad lo que queráis, pensad en aquello que les hace falta para que su vida sexual sea más dulce, o más picante, a resumidas cuentas, diferente. Pensarlo y compartirlo con vuestras parejas, haced esto juntos y ya me contaréis.

Jugar no es cosa solo de niños, por eso, os propongo también algunos juegos eróticos que tenemos en nuestra tienda. ¡Míralos aquí, imagina y anímate!

"Cariño... ¿a qué jugamos hoy?"

 ¡DISFRUTA TU SEXUALIDAD!
Si te ha gustado este artículo y deseas recibir el siguiente no olvides subscribirte a nuestro feed








0 comentarios :

Publicar un comentario